Travesías Didácticas Nº 23 • Diciembre 2016 | Page 17

protagonista? ¿O eso lo deseamos solo para cuando no tienen que estar sentados estrictamente en una ronda sin sentido para escuchar un discurso docente acerca de qué encontramos en la verdulería o repetir de memoria sin comprenderlo que el amarillo, el rojo y el azul conforman los colores primarios? A modo de cierre La sala de 2 años está realizando una propuesta con dáctilo pintura. Al iniciarla el docente reitera que no podrá participar el niño que no se ponga el pintorcito. Juana se tira al piso gritando que no le gusta y no se lo va a poner. El docente la deja sentarse en la silla e incluirse en la propuesta sin hacer ningún comentario más al respecto. Los dos adultos presentes (maestro y maestra celadora) intervienen solamente pasando entre los niños y elogiando sus acciones. La actividad es corta y el momento de la higiene extenso. Una niña se encuentra sentada en un costado de la sala. Frente a la pregunta el docente contesta que acaba de incorporarse al jardín y por lo tanto recién se está adaptando y no le gusta participar. Frente al acercamiento de la directora que le brinda la mano y la acompaña hasta la mesa en la cual sus compañeros están realizando la actividad, la niña sonríe, se sienta y se incluye en la propuesta… Varias preguntas y una sola contundente, compleja y significativa respuesta: la autoridad educativa implica coherencia, respeto, responsabilidad y compromiso; es decir, pienso lo que digo, lo expreso con mis acciones, lo sostengo (salvo que les explique a los niños los por qué validos de mi cambio de opinión). El trabajo educativo implica el diseño desarrollo y evaluación de propuestas de enseñanza oportunas a cada etapa de la vida (al decir de María Victoria Peralta) que transforme las jornadas vacías en espacios enriquecedores, seguros, habitables, provocadores, afectivos y plenos de emociones. El respeto por los niños como sujetos de derecho incluye el derecho a una educación de calidad, desde la mirada sostenida en los pequeños en toda su diversidad, la inclusión de variedad de propuestas con sentido, y la igualdad de oportunidades que no transformen los derechos en privilegios. La escuela es un espacio para contrarrestar las injusticias y brindar un tiempo de disfrute, amor y buenos aprendizajes, asentado en una articulación institucional que sostenga a los niños y sus familias, a los docentes y a los directivos en función de la meta común de albergar, educar y cuidar a los más pequeños. 15