Travesías Didácticas Nº 23 • Diciembre 2016 | Page 15
La guardería no es un perchero
Es bien sabido que un niño pequeño si tiene disponible un objeto genera actividades
exploratorias más allá de todo lo que suceda...salvo situaciones muy específicas...
Mucho más sabido aún es que los niños sin adultos presentes (verdaderamente presentes)
pierden en posibilidades y deseos, y que el sostén que genera la mirada y presencia adultas
promueve las mejores cosas.
Obviamente no me refiero al "estar sin estar", como sucede tantas veces cuando la ausencia
de la disponibilidad afectiva, corporal y lúdica genera esa soledad del niño pequeño, inmerso
en un mundo vacío y gris, que se transforma en un espacio rico y cálido cuando la mano y la
mirada adultas están presentes...aunque no contemos con espacios y elementos necesarios,
las salas sean pequeñas, los niños demasiados y los adultos escasos.
Tampoco me refiero a la presencia arrolladora, al exceso de intervenciones y palabras, a la
mirada rígida y las acciones que transmiten la espera de aquello que los niños pequeños ni
pueden ni deben darnos.
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