Travesías Didácticas Nº 22 • Julio / Agosto 2016 | Page 15

Luego viene lo otro , la planificación y desarrollo de las mejores propuestas , esas que convocan , que atrapan , que atraen y al mismo tiempo enseñan , andamian , fortalecen , enriquecen , “ engrandecen ” y atesoran lo mejor para nuestras infancias . Ellas son parte de nuestra tarea , de nuestras responsabilidades , de esta profesión que nos ennoblece y que elegimos sabiendo de su complejidad y riqueza , de su compromiso y fortalezas , que se dignifican cuando aceptamos que no finalizan jamás al salir de las instituciones educativas porque se mantienen albergadas en la piel , la mente y los corazones educativos .
3- La concepción y estilo de enseñanza , las propuestas pedagógicas y su significatividad , “ los sin sentidos ” y la preguntas del “ por qué ” y el “ para qué ”, nuevas alternativas para las tareas y el detenernos a pensar en “¿ qué esperamos de los niños pequeños ? La planificación y los saberes a ser enseñados , los contenidos , los documentos curriculares y los talleres como modalidad alternativa .
En relación a la concepción y el estilo de enseñanza , a los cuales nos estuvimos refiriendo en el apartado anterior , podemos retomar la idea de alejarnos de la educación tradicional , adecuarla a la identidad de la Educación Inicial y sus alumnos , distanciarnos de los estereotipos y la primarización , pensar en el sentido de las propuestas y acciones apartándonos de aquellas que realizamos por inercia o costumbre aunque se diferencien de nuestras concepciones e ideas .
Como se expresó anteriormente , tantas veces reiteramos propuestas o repetimos acciones que carecen de sentido si pensamos en nuestras infancias actuales , nuestra identidad como nivel y las concepciones educativas vigentes .
En las búsquedas de estrategias que nos permitan pensar en estos aspectos de forma cotidiana , mirando reflexivamente nuestras planificaciones , propuestas e intervenciones , las preguntas del por qué y el para qué se pueden transformar en una herramienta facilitadora , abriendo una amplitud de ´ posibilidades que nos ayudan a confirmar el sentido de nuestras acciones o a decidir modificarlas :
¿ Por qué y para qué decido trabajar este aspecto o estos contenidos ? ¿ Para qué en esta etapa y de esta forma ?
¿ Por qué y para qué elijo desarrollarlo a través de una unidad didáctica , un proyecto o una secuencia didáctica ?
� ¿ Para qué dividirlos en subgrupos , presentar tales materiales , dar estas consignas , secuenciar las propuestas de esta forma , intervenir con estos criterios , etc . etc . etc .?
“ Desde lo planteado , se presenta como fundamental la reflexión sobre las prácticas , que implica detenerse a pensar y reflexionar sobre lo desarrollado y los modos en los cuales sucedió , y también sobre lo seleccionado para desarrollar . Una estrategia que colabora mucho en esta reflexión y en las tomas de decisiones de los educadores , es preguntarse “¿ Para Qué ?”, haciendo referencia tanto a las elecciones y acciones referidas a la planificación o diseño y evaluación como al propio desarrollo de las propuestas .
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