Travesías didácticas Nº 21 • Marzo / Abril 2016 | Page 3
“En el país de Nomeacuerdo
doy tres pasitos y me pierdo”.
Un pasito para allí
no recuerdo si lo di.
Un pasito para allá,
ay, qué miedo que me da.
Un pasito para atrás,
y no doy ninguno más
porque ya, ya me olvidé
dónde puse el otro pie”.
(María Elena Wlash)
En la Revista de diciembre escribí: ¡¡¡¡Un nuevo año que finaliza!!!! ¡Y qué año!
Casi sin aliento, con la preocupación a cuestas y la incertidumbre a flor de piel, a los
educadores, una vez más, nos compete situarnos en los lugares y espacios que nos permitan
confrontar las injusticias para intentar construir un mundo mejor para nuestros niños…
Y ahora, recién en un mes de marzo (que parece noviembre) vuelvo a escribirlo pudiendo
modificar tan solo el inicio…
¡¡¡¡Un nuevo año que comienza!!!! ¡Y qué año!
Casi sin aliento, con la preocupación a cuestas y la incertidumbre a flor de piel, a los
educadores, una vez más, nos compete situarnos en los lugares y espacios que nos permitan
confrontar las injusticias para intentar construir un mundo mejor para nuestros niños…
Dada esta situación se hace necesario volver a pensar acerca nuestras responsabilidades
educativas a favor de los niños, para cuidarlos y defenderlos, para ubicarlos en espacios dignos
y lugares prioritarios, para demostrar una vez más que el Nivel inicial puede establecer
diferencias sociales y éticas desde el compromiso y la búsqueda constante de oportunidades y
posibilidades educativas.
“Pensar en lo educativo implica de alguna manera, al menos según mis ideas al respecto,
pensar en la enseñanza, en los aprendizajes, en el ser alumnos, en el lugar de los
docentes/educadores, en definitiva, en la didáctica No me preocupa hablar de enseñanza en
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