Este tipo de prácticas docentes, que según los especialistas, se encuentran
ampliamente generalizadas en todo el mundo, refleja la adhesión a dos modelos de
enseñanza de las ciencias naturales, el de transmisión verbal de conocimientos
científicos (modelo tradicional expositivo) y el de descubrimiento autónomo e
inductivo, los cuales a través de investigaciones y evaluaciones, han demostrado ser
poco significativos para promover el aprendizaje de las ciencias.
Diferentes investigaciones han demostrado que, en el modelo expositivo, la
transmisión de conocimientos escolares de la ciencia como acabada o rigurosa, no
estimula, la implementación de procesos que promuevan en el desarrollo del
pensamiento del alumno la evolución de sus ideas, hacia estructuras cada vez más
complejas.
A su vez, en el modelo por descubrimiento autónomo, subyace una postura
epistemológica de corte empírico – inductivista que sostiene que el origen del
conocimiento científico está en la experiencia, en lo que es captado por los sentidos y
que el trabajo del científico, siempre comienza con la observación de un fenómeno
natural. Este procedimiento es lo que a posteriori desencadena, el planteo de
hipótesis, la ejecución de experimentos, la recolección de información y la elaboración
de conclusiones y/o generalizaciones.
Los docentes que de manera explícita o implícita, adhieren a una concepción de
ciencia empírico - inductivista la mayoría de las veces, diseñan propuestas en las que
los alumnos deben seguir una serie de pasos, los del método científico. Este método
comprende una serie de procedimientos que parten de la observación de la realidad al
enunciado de teorías.
Para el modelo por descubrimiento autónomo, como el conocimiento científico surge
de la observación objetiva de los fenómenos, los alumnos, siguiendo los pasos
adecuados, podrían redescubrir las leyes científicas.
“A decir verdad, esta “lógica del descubrimiento” está muy lejos de lo que un
científico hace en su trabajo cotidiano, La investigación científica no sigue un
orden de pasos fijo, las hipótesis se replantean todo el tiempo sobre la base de
los resultados que se van obteniendo, que aportan nuevas miradas ante el
problema, y las conclusiones se reelaboran a la luz de esos hallazgos, que, a su
vez, abren preguntas que llevan a nuevas investigaciones.
Creemos que no existe “el” método científico, sino muchos, tantos como
científicos que investigan, cada uno con su estilo personal, ya que la intuición y
la creatividad son componentes fundamentales de la investigación y del desafío
que implica la producción de nuevo conocimiento”.(3)
(3) Furman, Melina & Zysman, Ariel; “Ciencias Naturales: aprender a investigar en la escuela”. Argentina Ediciones Novedades
Educativas. 2008.
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