Pbro. Patricio López - Parroquia del Santísimo Sacramento de Pirque
GRANDES
CAMBIOS
Queridos Hermanos en cristos Jesús nuestro
maestro:
el tema inevitable en estos días es hablar
de los acontecimientos que estamos viviendo,
donde el hombre esta experimentando
diversos sentimientos rodeados al
pánico suscitado por esta enfermedad del
covid-19. Hoy mas que nunca se habla sobre
tiempos históricos y grandes cambios
en la humanidad (enfermedades, violencias,
guerras y revoluciones sociales), y
en si estamos frente a cambios en forma
de llevar nuestra sociedad. Ciertamente,
cada hecho o acontecimiento trae consigo
cambios en la forma de ver y vivir la vida,
según su naturaleza de origen, ya que a lo
largo de la historia se han vivido distintos
momentos un poco trágicos y otros pocos
más alegres, lo que nos llama a decir que el
hombre es un ser en evolución.
Al iniciar este nuevo año 2020 la segunda
década del siglo XXI, hemos ido entrando
a nuevas facetas de orden sociocultural
en nuestras ciudades hasta llegar a esta
pandemia la cual ha conllevado al hombre
a frenar un poco su vida y quedar en
una espera; al estar en esta espera se ha
experimentado la necesidad de volver a
nuestros inicios y encontrarnos con Dios
nuestro creador, pero una de las grandes
consecuencias de esta enfermedad es ver
los templos parroquiales y sus capillas con
las puertas cerradas y los sacerdotes enfrentando
nuevos retos para mantener la
fe en su feligreses y la Comunidad unida,
tanto que se ha optado por hacer celebraciones
eucarísticas a través de medios tecnológicos.
Con la muerte de Jesucristo en la cruz sus
seguidores quedaron con una gran tristeza
y a la vez una incertidumbre de no saber
qué venía a continuación y optaron también
por cerrar las puertas de sus hogares y
permanecer por un tiempo en soledad. Y, a
pesar de su dolor por la muerte de su maestro,
se mantuvieron en oración y en comunión
con Dios y sus hermanos; hoy también
se hace necesario permanecer firmes en la
fe en nuestros hogares, tenemos muchas
herramientas para mantener la armonía y
comunicación con el Padre creador a través
de la piedad popular.
La piedad popular va desde un rezo diario
del rosario a la Virgen María a pequeñas
novenas a los santos de nuestra devoción.
Queridos Hermanos, meditemos desde
nuestros hogares las lecturas diarias de la
biblia, utilicemos de igual manera las herramientas
tecnológicas descargando material
católico tales como la liturgia de las
horas o documentos oficiales de la Iglesia
Católica. No permitamos que la tristeza invada
nuestra vida, al contrario, vivamos las
esperanza de que nuestro Padre Creador
traerá la sanación a su pueblo, oremos por
los enfermos y por las personas fallecidas a
causa de esta enfermedad, tomemos este
tiempo de espera como una cuaresma extendida
meditando la manera de llevar
nuestra vida, busquemos hoy más que
nunca el camino de regreso al Padre y dejémonos
moldear por su amor y misericordia
infinita, no importa cuántas veces recemos
el rosario o meditemos una jaculatoria en
nuestra mente, mantengamos la firme esperanza
de las promesas de Dios y vivamos
la fe en nuestro hogares con corazones llenos
de alegría por su creador.
Que la paz del señor este con cada uno de
nosotros y nuestras familias, que el Señor
derrame su bendición sobre cada uno de
nosotros, y la Sangre Preciosa de su hijo
Jesucristo nos libere del pecado y nos lleve
a la vida eterna, por los siglos de los siglos,
amén.
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