Revista SICES Primer Edición | Page 84

nes en lugar de impares para timbrar una diferencia con respecto a los pares en la lectura. Esto únicamente cuando se desea evitar confusiones al tratar simultáneamen- te ambos térmi-nos. Todos los números primos, exceptuando al 2, son números impares, y dado que el 2 es la única excepción que impide a los números primos convertirse en un subcon- junto de los números impares, al marcar los números primos en una espiral, se está viendo el patrón de un subconjunto de nú- meros impares con una única excepción. Marcando los números impares dentro de la espiral de Sacks se obtiene una visión completa de la secuencia en donde se es- tán alineando casi todos los números pri- mos (Figura 10). Dada una relación de fi- gura y fondo entre los números nones y los números pares, simultáneamente se mar- carán los números pares. Se pueden ob- servar patrones interesantes; por ejemplo, una línea de números pares que se ubica a la izquierda del lector: ... 42, 30, 20, 12, 2 y 0; luego se observa una parábola de números nones cubriendo la fila mencio- nada; posteriormente existe otra parábola de números pares cerrando de la misma manera a la parábola de números nones (Figura 10). FIGURA 10 Espiral de Sacks. Origen marcado en anaranjado, números nones en azul, y números pares en amarillo. Retomando la espiral con base 8, se des- taca también en ella un comportamiento interesante presente en la distribución de números pares y nones (Figura 11). FIGURA 11 Espiral cuadrada con base 8. Marcando números nones en azul y los números pares en amarillo, se obtuvo un patrón de una cruz compuesta por números pares en el centro y curvas rectas intercaladas de nones y pares. La cruz con números pares se interpreta como la existencia de cuatro líneas de en- teros que contienen números pares: 0, 8, 24, 48, 80… 0, 2, 12, 30, 56… 0, 4, 16, 36, 64… 0, 6, 20, 42, 72… En las diagonales se encuentran líneas, de enteros con números que intercalan los pa- res y nones: 0, 1, 10, 27, 52… 0, 3, 14, 33, 60… 0, 5, 18, 39, 68… 0, 7, 22, 45, 76… Todos estos son valores que se pueden obtener a partir de las operaciones de nú- meros triangulares, conociendo la base y los niveles de la espiral en que trabajamos. En la espiral de Ulam, el patrón de núme- ros pares y nones solo es la separación de los mismos mediante diagonales, al igual que las casillas blancas y negras en un ta- blero de ajedrez.