Revista SICES Primer Edición | Page 30

largo en búsqueda de información fehacien- te que establezca la inclusión de la danza folklórica o tradicional en los proyectos de construcción de identidad de las naciones, de igual manera cómo la danza se transfor- ma en espectáculo artístico llegando a su institucionalización. La danza tradicional o folkló- rica y su inclusión en los proyectos de construcción de identidad nacional En Centroamérica los estudios académicos en el área de la danza folklórica o tradicio- nal, y fundamentalmente en su contribución a la construcción de identidad nacional, son escasos, así como su inclusión en los siste- mas educativos e institucionalización, de los cuales surgen los grupos, cuadros o ballet folklóricos que interpretan las costumbres y tradiciones a través de los bailes y danzas. Estos grupos recrean artísticamente piezas que en muchos casos solo se pueden apre- ciar en los escenarios y en ocasiones o festi- vidades especiales, dichas representaciones llenas de expresiones teatrales y elementos no tradicionales que aportan al espectáculo en el que se ha convertido la danza tradi- cional. A pesar de ello se pueden encontrar algunos indicios teóricos en autores que ha- cen referencia a la modernidad como precur- sora de las tendencias en cuanto a rescatar lo tradicional y llevarlo a formar parte de la construcción de identidades en las socieda- des. En este trabajo se mencionarán algunos escritores que aclaran este contexto. Frederic Jameson, en su libro Documentos de cultura, documentos de barbarie: la na- rrativa como acto socialmente simbólico (Jameson, 1989) también hace referencia a la construcción de la trama y clausura ideo- lógica de la modernidad desde un análisis a la propuesta en Joseph Conrad. El autor plantea que Conran es, sin duda, el máximo exponente de lo que será el modernismo contemporáneo y aún más lo que se llama- rá cultura popular o cultura de masas, vis- to desde la perspectiva donde presenta un cambio entre dos espacios culturales: 1. alta cultura y 2. cultura de las masas. La relación de estos dos espacios culturales sugiere un análisis histórico de las formas de expresión de los pueblos, identificando los aspectos negativos y positivos de un fenómeno dado, logrando un ideal nacionalista-populista (Jameson, 1989, p. 167-226). Es decir, que a través de las obras artísticas o literarias y los hechos populares se dan los inicios de la construcción de identidades que formarán parte de la modernidad. Es así que, los proyectos de inclusión cultural surgen con las propuestas de la modernidad encaminadas a forjar identidades propias en los Estados partiendo de las independencias, así lo expresa Francois-Xavier Guerra quien se refiere a las raíces de las definiciones y redefiniciones de nación y las nuevas rela- ciones de las distintas sociedades es decir el pueblo mismo. (Guerra, 1992) En Centroamérica, al igual que muchos paí- ses de Latinoamér ica, los esfuerzos para construir la nación se entrelazan con el con- cepto de identidad nacional que tiene sus orígenes desde finales de la época colonial en el siglo XIX, en el momento en que se vis- lumbran las revueltas por la defensa de de- rechos ciudadanos que otorgaban las Cortes de Cádiz de 1812, así lo expone Yesenia Martínez en su ensayo La influencia de la Constitución de Cádiz en la concepción de la libertad en Honduras, donde explica la nece- sidad de libertad como el cauce que llevará a la Independencia de 1821, «también en las Cortes de Cádiz se tomaron acuerdos como dar libertad comercial, libertad a los indíge- nas y eliminar algunos tributos». (Martínez, 2012) Sumándose a ello la proclamación de Independencia de los países centroa- mericanos de España y las posteriores de- claraciones de su propia constitución como Repúblicas de cada una de las provincias centroamericanas. Existe pues una estrecha relación en la idea de Estado Nacional y la construcción de Identidad Nacional, así lo expone Christophe Belaubre en su artículo La construcción de una identidad centroamericana a principios del siglo XIX: interpretación micro-histórica de un fracaso (Belaubre, 2005) explica que, partiendo de los hechos pre-independentis- tas, independentistas y bajo la influencia de la modernidad, se comienzan los procesos para definir un nuevo concepto de nación imagi- nada y colectiva, que da paso a la conforma- ción de las futuras identidades. Igualmente, lo expresa Benedict Anderson dándole así énfasis a un sistema cultural generalizado en