Johana Carolina Peña Lozada. Formación Permanente de los Docentes como Referente de la Calidad Educativa.
Revista Scientific - Artículo Arbitrado - Registro nº: 295-14548 - pp. BA2016000002 - Vol. 2, Nº 5 - Agosto-Octubre 2017 - pág. 125/139
ISSN: 2542-2987 - ISNI: 0000 0004 6045 0361
En este orden, la orientación académica, “concibe al profesor como un
experto en su disciplina con una acción que gira en torno a la materia que
enseña, aplicando el uso de modelos educativos en dos vertientes,
enciclopédico y comprensivo”. Es decir, el enciclopédico abarca lo importante
del conocimiento, el segundo es la estrategia de enseñanza buscada para que
se dé la razón lógica y haya la transformación del conocimiento para ubicarlo
en la realidad.
Otra forma de contribuir a la calidad educativa, está en la orientación
tecnológica, la cual considera “al profesor experto en el dominio de técnicas
estrategias del proceso–enseñanza, considerando destrezas y habilidades
para dar alternativas en el seguimiento de la razón práctica”. Sin embargo, la
orientación personalista, centra la atención sobre el que enseña, aprende de
sí mismo y se identifica con las necesidades, valores y cultura de una
sociedad., enfatizando el carácter personal de la educación donde el profesor
toma conciencia de sí mismo, dando un carácter formativo más que informativo
a lo que se enseña y se aprende en el aula de clases.
Ahora bien, la orientación práctica, se fundamenta “en la experiencia y
creatividad del profesor para enfrentar y desarrollar escenarios claros y
específicos en el contexto empírico”. Es decir, intervienen varios factores entra
en el aprendizaje, como investigar en el aula, toma de decisiones planificadas,
y el poseer capacidad para relacionar e interactuar la enseñanza en el ámbito
que le circunda o sea la realidad que emerge de su realidad.
Por último, la orientación crítico-social, “ve al profesor como el formador,
experto del contexto, que reflexiona sobre la realidad fenomenológica y toma
decisiones que permiten facilitar el conocimiento en la realidad que vive el
alumno”. En otras palabras, esta orientación va a permitir intervención y
transformación de ese contexto, siendo capaz de ubicar la realidad que
constituye la base de los contenidos de manera permanente, los cambios
suceden tomando en cuenta el perfil del estudiante, el desempeño del docente,
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