Revista Scientific Volumen 2 / Nº 4 - Mayo-Julio 2017 | Page 89

y hacen diferentes a los ciudadanos de un país y que pueden ayudar a satisfacer los deseos naturales de desarrollo de los pueblos Para Gruzinski (2000, pág. 52) citado por Monsalve (2012). La identidad es lo que “asigna a cada ser o a cada grupo humano unas características y unas aspiraciones que también están determinadas y que, supuestamente, se basan en un sustrato cultural estable”, la materialización de esta conceptualización es lo que ha venido ocupando la labor de muchos hombres y gobiernos y que hoy la encontramos dentro de la legislación de nuestro país, entre los derechos culturales y educativos que el estado está obligado a garantizar y la escuela a promover; para Ibídem (2012:22) la identidad es “el sentimiento que se va construyendo desde la escuela, de valoración y afecto a nuestro entorno social, es el que nos define y diferencia categóricamente de otros pueblos”. Concientes de esta situación de ayer y hoy, es necesario activar estrategias que puedan coadyuvar al control de la misma y al fortalecimiento de nuestros valores y cultura, potenciando el sentimiento nacionalista para recibir con madurez identitaria y amor patrio manifestaciones culturales de otras latitudes, destacando que la escuela juega un papel determinante en esta labor. Ibídem (2012: 23) plantea que “para lograr generar una identidad regional, estamos llamados a hacerlo desde la escuela y desde los medios de comunicación masivos, en especial desde las TIC, que forman parte del quehacer cotidiano de los ciudadanos de todos los grupos etéreos” Entendiendo la identidad regional como el “conjunto de símbolos, formas artísticas, costumbres, imaginario colectivo y tradiciones que otorgan distinción a los ciudadanos de cada región”, es determinante formar una sólida 88 Artículo referidos al conjunto de elementos antropológicos y culturales que caracterizan