Revista Scientific Volumen 2 / Nº 4 - Mayo-Julio 2017 | Page 81

4. Conclusiones está generando sobre el planeta, específicamente en lo que se refiere al cambio climático, trayendo como consecuencia una crisis climática global, sus efectos sobre las fuentes de agua, por abordar sólo una de sus consecuencias, coloca en situación de alarma a la población mundial. Desde la década de los noventa la comunidad internacional a través de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), inicia la creación de un conjunto de organismos que se vienen a ocupar de las consecuencias inevitables del cambio climático sobre la vida humana y el planeta. Sin embargo, lo que se ha acordado en estas cumbres y foros mundiales con respecto a la reducción en la emisión de gases de efecto invernadero, es muy poco, cada vez que hay un encuentro internacional de este tipo, los compromisos se prorrogan y la situación ya es insostenible. Según los análisis del segundo informe de la ONU sobre el desarrollo de los recursos hídricos (2008), los especialistas sostienen que en todo el mundo se utiliza cada año un 54% del agua dulce disponible. Si el consumo por persona permaneciera invariable, hacia 2025 podríamos estar consumiendo el 90% del agua disponible. Así pues, se calcula que dentro de los próximos 25 años, un tercio de la población mundial va a experimentar una severa escasez de agua. Por consiguiente, el recurso agua dulce en este nuevo siglo adquiere una “revalorización geopolítica y geoeconómica”, según Quagliotti, (2007). Los espacios geográficos donde existen reservas de este líquido, comienzan a constituirse en referentes fundamentales a ser controlados para tener el dominio sobre los recursos hídricos dada su escasez, producto del cambio climático generado por el calentamiento global. Ante tal panorama el agua dulce, se convierte en un elemento estratégico y un recurso de interés vital para los países en el inicio de este 80 Artículo Son evidentes las consecuencias negativas que el calentamiento global