Revista Scientific Volumen 2 / Nº 4 - Mayo-Julio 2017 | Page 79

embarcado en un ambicioso proyecto de venta de las aguas de su río África (África occidental): cuando el nivel de los enormes ríos de África Occidental comenzó a disminuir, la totalidad de las economías del área enfrentaron importantes dificultades. Ghana, por ejemplo, se ha tornado totalmente dependiente del suministro hidroeléctrico de la represa de Akosombo, sobre el río Volta. Malí, uno de los países más pobres del planeta, depende del río Níger, que fluye desde Guinea a Nigeria. Australia (sur de Australia): Australia es el continente más seco del mundo, sus colonos buscaron durante años la posibilidad de revertir el flujo de los ríos costeros hacia el interior del territorio. Un ambicioso plan para redirigir el caudal del Río Snowy terminó en un fracaso, amenazando con privar de agua potable a la ciudad de Adelaida. Es evidente que el recurso agua dulce, se debe analizar con base en una “revalorización geopolítica y geoeconómica” (Quagliotti, 2007: 12). Los analistas internacionales observan con detenimiento la evolución de focos de conflicto que se vienen presentando en distintas partes del mundo. Es así como Delgado (2003), de la Universidad Nacional Autónoma de México reafirma esta importancia del recurso agua, señalando lo siguiente: Es claro que la redefinición y revaloración de los espacios geográficos ricos en este recurso adquieren una nueva dimensión de creciente disputa, tanto geoeconómica como geopolítica. En tal contexto, es de esperarse que, en los 214 sistemas fluviales internacionales más importantes, cada uno compartido por dos o más naciones y de los que dependen cerca de 40% de la población mundial (IPCC. De hecho, ya existe un considerable número de disputas. Las pugnas pasibles de desencadenar conflictos bélicos son factibles. (pág. 92). Entonces, el recurso agua es cada vez más preciado, tanto para uso doméstico, industrial o agrícola. Su escasez lo convierte en prioridad vital para 78 Artículo Manavgat a Medio Oriente.