Revista Scientific Volumen 2 / Nº 4 - Mayo-Julio 2017 | Page 71

Por consiguiente, el cambio climático generado por el calentamiento global, está afectando el normal ciclo de las precipitaciones, colocando en peligro otra de las fuentes de agua. Fernández (ob.cit.), señala que se ha venido presentando una situación irregular en el ciclo normal de las precipitaciones: Entre 1900 y 2005, se ha observado en muchas regiones un incremento en el volumen de las precipitaciones. Durante este período, las precipitaciones aumentaron significativamente en la parte oriental de América del norte y del sur, el norte de Europa y el norte y centro de Asia, mientras que disminuyeron en el Sáhel, el Mediterráneo, África meridional y partes del sur de Asia. A nivel mundial, las zonas afectadas por la sequía han aumentado desde la década de 1970 (pág. 68). Según el cuarto informe del grupo internacional de expertos sobre cambio climático del año 2007, la década (1995-2006), fueron los años más calurosos desde la existencia de toma de datos de las temperaturas en 1850. Así mismo, el quinto informe de evaluación del IPCC del año 2014, señala los siguientes aspectos relacionados con la disponibilidad de agua dulce: Los riesgos del cambio climático relacionados con el agua dulce aumentan significativamente cuanto mayores son las concentraciones de los gases de efecto invernadero. La parte de población global que sufre escasez de agua y la parte que padece las grandes inundaciones fluviales crece cuanto mayor es el nivel de calentamiento en el siglo XXI. Las proyecciones sobre el cambio climático durante el siglo XXI indican que se reducirán los recursos renovables de aguas superficiales y aguas subterráneas de forma sustancial. (pág. 14). 70 Artículo La tierra no se incendia, pero se vuelve lo bastante cálida como para fundir la mayor parte del hielo de Groenlandia y también del hielo de la Antártica occidental. Ello añadirá a los océanos tanta agua que el nivel del mar subirá catorce metros. Es impresionante pensar que la mayoría de los actuales grandes núcleos de la población quedaran por debajo del nivel del mar en lo que, en términos geológicos, apenas es un instante en la vida de la tierra (2007: 78).