consecuencia un bajo rendimiento académico. Una de las causas de este
problema se centra en las estrategias que utilizan los docentes para facilitar la
interiorización del aprendizaje.
Según, Dubois, (2002) “la mayoría de las universidades siguen
aferradas a viejos modelos de enseñanza, donde reina la disertación, la
transmisión de información, la repetición del saber, en lugar, del diálogo, la
construcción de conocimientos, la interdisciplinariedad, el cuestionamiento y
la reflexión” (pág. 98). En otras palabras, una institución educativa que posea
estas características no puede formar al futuro profesional como persona
crítica y creativa, todo lo contrario, los convierte en personas dependientes del
saber de otros, sin capacidad para diferir, discernir o evaluar.
No obstante, el sistema educativo universitario está enmarcado en la
concepción de la enseñanza transmisora. En las aulas de clase el alumno es
un ser dependiente, cuyo rol es la búsqueda y memorización de
conocimientos, ya que se espera que el profesor le proporcione toda la
información. Como lo afirma Aguirre, (ob.cit.), “los alumnos leen sólo para
estudiar, la lectura es un descifrado correcto y .la comprensión va asociada a
la correcta oralización del texto” (pág. 33). De ahí que, la práctica de lectores
y escritores se reduzca a la vida académica.
Desde este contexto, López, (2008), señala “las razones `por las cuales
en Venezuela existe un bajo hábito de lectura son: el alto costo de los libros, y
el auge de los medios audiovisuales y tecnológicos., pero, sobre todo, la
educación familiar y el escaso incentivo en la escuela”. Estos últimos son
factores que inciden de manera conjunta o por separado en la tendencia del
venezolano a no sentir motivación hacia la lectura. El trabajo de aula ha ido
transformando la lectura en una actividad poco placentera y extremadamente
escolarizada que no beneficia a la construcción del aprendizaje.
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Artículo Arbitrado
los estudiantes para realizar actividades de lectura, trayendo como