Revista Scientific Volumen 2 / Nº 4 - Mayo-Julio 2017 | Page 280

fortaleciendo el desarrollo endógeno. En definitiva, el docente promueve en los estudiantes, la autonomía, la responsabilidad; desde la participación activa de éste en su proceso de aprendizaje, construyendo conocimiento en forma individual y social. Esta nueva postura permite que el participante sea reflexivo, crítico involucrados con la realidad nacional. 4. Conclusiones Finales Vivimos en un mundo cambiante donde los referentes éticos y morales, es decir, los valores socialmente dominantes tienden a variar y a modificarse creando, en muchas ocasiones, contradicciones de difícil resolución. Es por ello que, la educación superior, como reflejo de la sociedad de la que forma parte, no es ajena a estos cambios y así, dentro de este contexto, en los últimos años uno de los paradigmas de debate en torno a la educación ha estado centrado en el ámbito axiológico. Sin embargo, los valores, o más bien la educación en valores, se ha erigido como un núcleo de análisis y discusión desde un universo heterogéneo de planteamientos, donde los mismos hacen referencia a modelos ideales de actuar y de existir que el ser humano aprecia, desea y busca, a través de los cuales interpreta el mundo y da significado a su existencia. Debido a su consideración de ideal, de algo a lo que se tiende, poseen una naturaleza abstracta e intangible y sólo se hacen explícitos a través de las conductas o los modos de comportarse que manifiesta una persona ante determinadas situaciones. En este sentido, la tendencia (o predisposición aprendida) a comportarse de una manera ante determinadas realidades vividas: problemas, ideas, situaciones, personas o acontecimientos, recibe el nombre de actitud. 279 Artículo Arbitrado activa de estos dos actores (docente-estudiante) en las comunidades