elaboración
de
proyectos
educativos
compartiendo
conocimientos,
experiencias, desempeñando su rol de investigador, haciendo uso de las
tecnologías de la información y la comunicación; a fin de comprometerse
desde su proceso de formación en proveerse automáticamente de la
información necesaria para su desempeño pedagógico.
Este panorama implica un docente atento, sensible a los problemas del
entorno, y se compromete con el desarrollo local, responde a las familias ante
los problemas educativos, a la necesidad social de un acceso más amplio a la
educación en pro de lograr la participación democrática en la escuela.
3.3. Formación Profesional.
La formación profesional comprende el recorrido de un camino en un
contexto lleno de conocimientos y acciones que cada vez son más complejas.
Este proceso de formación tiene por objeto un aspecto sistemático del
desarrollo del conocimiento humano siendo el hilo conductor de acciones
educativas en la formación de la persona.
Los procesos de cambio y adaptación que se suscitan en el medio
educativo deben tener como norte favorecer la inclusión de elementos y
factores que den lugar al crecimiento para el desarrollo de procesos
educativos; de allí, la trascendente responsabilidad de la figura del docente
como eslabón principal en el proceso de formación del hombre. Su función
transformadora le otorga el gran compromiso de la acción pedagógica.
Dadas estas circunstancias se define la formación, tal como lo plantea
Alcover y otros. (2007) “un proceso sistemático facilitado por una institución,
con el propósito de buscar cambios permanentes, en los conocimientos, las
habilidades y las actitudes de los miembros que forman parte de ella”. (pág.
326).
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Artículo Arbitrado
Es decir, el docente debe participar junto con el equipo de trabajo en la