La Formación del Docente en el contexto de la educación primaria
bolivariana, concebida como una acción eminentemente reflexiva, ética y
liberadora; es una actividad cuya realización reclama la formación de en
diversas áreas del conocimiento profesional, personal y social entre los actores
del sistema educativo, donde se requiere de discernimiento, sabiduría,
capacidad de análisis para la confrontación de ideas desde las premisas del
respeto a los demás con la puesta en práctica de un pensamiento inteligente,
reflexivo, transformador fundamentado en principios y valores éticos.
Es por ello que el Diseño Curricular del Sistema Educativo Bolivariano
(2007: 58) establece que el Docente del SEB debe ser un promotor o
promotora del nuevo republicano (a), generando la reflexión, la cooperación y
la participación protagónica; por lo cual se requiere entre otras cosas, que
tenga una formación académica profesional, con apertura para su formación
y la del estudiante; en función de estar a la par con la rapidez con que el mundo
se transforma. Cada vez se está más inmerso en una dinámica globalizada
progresiva que abarca todos los procesos sociales, en todos los ámbitos
geográficos, ameritando estas circunstancias, especial atención en todo lo
relacionado con la formación integral del ser humano a lo largo de toda la vida.
En este orden de ideas Rodríguez (2014) manifiesta desde las líneas
orientadoras, que:
“la transformación del modelo educativo que demanda la
sociedad venezolana, en el marco de la consulta nacional por
la calidad educativa y los propósitos de la CRBV, requieren un
enfoque formativo articulado a los procesos de investigación
sobre la acción y los contextos donde se desarrolla la actividad
pedagógica, en función de producir colectivamente
conocimiento para la transformación de las prácticas
educativas”. (pág. 2)
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Artículo Arbitrado
2. Contextualización del Estudio