De la combinación de la participación comunitaria en la toma de
decisiones y los métodos de investigación social resulta el concepto de
investigación participativa que es la clave en el desarrollo del planteamiento
que se viene realizando. Desde la óptica de la investigación acción
participativa, la población es el agente principal de cualquier transformación
social y de su activa colaboración dependerá el cambio efectivo de la situación
que vive. Esta postura rechaza pues el asistencialismo que impera en la mayor
parte de los programas gestionados “desde arriba” por un Estado benefactor,
una institución social o un equipo técnico de profesionales. Por tanto, el objeto
de estudio o problema a investigar parte del interés de la propia población,
colectivo o grupo de personas y no del mero interés personal del investigador.
Bru y Basagoiti (2003: 1-9) explica que la investigación-acción
participativa (IAP) nos permite conocer para transformar; esta acción no se
hace “desde arriba” sino desde y con la base social. En la investigación acción
participativa, el objeto de estudio tradicional de la investigación social, la
población, pasa a ser sujeto que investiga. Esta práctica autoreflexiva se
instrumentaliza u operativiza en el “principio de dialogicidad” de P. Freire,
según el cual el investigador y la población establecen una relación de
comunicación entre iguales, un diálogo horizontal entre educando y educado,
investigador y población basado en la reciprocidad.
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Artículo Arbitrado
importancia a sus aportes para contribuir como miembro del
ámbito educativo con el logro de objetivos mediante la creación
de mecanismo enfocados a la búsqueda de una vinculación de
los padres y representantes a la escuela en función del
desarrollo social.