a construir comportamientos que lleven a la transformación del ser en ese
convivir en los diferentes contextos de su entorno social (Matos, 2000: 25).
Desde aquí, radican los criterios y la práctica de valores en el que se identifica
el individuo de estar en el mundo del grupo al que pertenece, afirmando una
concepción de la humanidad.
3. Metodología
Considerando el propósito del estudio, el mismo se abordó desde el
paradigma cualitativo, el cual para Martínez (1989), consiste en descripciones
detalladas
de
situaciones,
eventos,
personas,
interacciones
y
comportamientos que son observables. Además, incorpora las expresiones de
los participantes, sus experiencias, actitudes, creencias, pensamientos,
reflexiones, tal como son expresados por ellos mismos. Partiendo de la
necesidad de conocer desde las voces de los actores socio-educativos, el
estudio se aborda desde una filosofía fenomenológica-hermenéutica procede
a la búsqueda de la percepción y descripción de las experiencias de los sujetos
y los significados de las mismas; por esta razón, la escogencia del método
debe organizarse congruentemente con este enfoque para que evidencie la
experiencia del objeto de estudio para buscar el sentido oculto y la esencia de
los fenómenos.
El método fenomenológico, parafraseando a Martínez (1999: 145),
permite estudiar los fenómenos como son experimentados y percibidos por el
hombre, permitiendo estudiar la realidad desde la naturaleza que sólo puede
ser captada desde lo interno del sujeto, quien es el que las vive y la
experimenta. Por tal razón, el asumir la postura epistemológica de este estudio
desde la fenomenología parte del hecho que la realidad es construida desde
los propios actores socio-educativos quienes expresan mediante la reflexión,
la percepción que le dan a los valores sociales, considerando que desde la
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Artículo Arbitrado
establecen un modelo de conducta que es aceptable en la sociedad; y ayudan