viceversa.
Esto significa como señala Max Scheler investigadora de la
jerarquización de los valores que es necesario ordenar y clasificar los valores.
Cada grupo social a partir de investigaciones realizadas, debería determinar
cuáles serían las metas a lograr en el orden de los valores. Estas podrían
manifestarse en objetivos educativos. Además, para los efectos de la sociedad
actual se debe enfatizar en el hecho de decir que los valores se “internalizan”
es decir, se adquieren por la experiencia, pero se concientizan cuando se
aprenden por la conducta. Esta constituye la primera regla.
De allí se desprende una segunda regla: “la concientización” de los
valores debe partir de la consideración del “yo” para llegar al “nosotros”, en la
medida en que el desarrollo evolutivo de la persona lo exija. Aquí se hace
necesario destacar que el aprecio por sí mismo, natural en todo ser humano,
debe educarse como en valor a partir del auto respeto. El que aprende a
respetarse a sí mismo e internaliza este valor, crea las bases para su éxito en
la vida.
La tercera regla para propiciar la internalización de los valores es la de
una progresiva identificación del “yo” con el “nosotros” y con el “mundo de los
otros”, de manera tal que pueda ser entendida por el educando en la medida
que sus experiencias le vayan planteando interrogantes y él vaya
construyendo y respondiendo hipótesis. Así por ejemplo, en el niño el proceso
de socialización primario se presenta al descubrir el amor frente al desamor,
el altruismo frente al egoísmo.
La cuarta regla es la búsqueda del aprecio de los valores positivos en
contraposición a los antivalores. En este sentido, se hace necesario
sensibilizar a los miembros de una sociedad para que diferencien los valores
unos de otros mediante la discusión y el diálogo y para que manifieste, en su
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Arbitrado
correcto para los adultos, (abuelos, padres) ya no lo es para los jóvenes y