convivencia social y ciudadana, cabría preguntarse si es necesaria esta
capacitación, ya que es posible pensar que no se necesitan habilidades ni
estrategias particulares para educar en valores y convivencia social y
ciudadana, sino que este es un proceso que se da de manera natural en el
diario quehacer educativo; sin embargo, también considero que hay que
prestarle atención a la escuela porque es el espacio social y privilegiado para
fomentar el pensamiento, el comportamiento valorativo, y para iniciar a
practicar la ciudadanía a través de la convivencia.
En síntesis, en este momento asumo que al destronar de actitudes que
afecten el camino para transitar para la formación en valores y tener una
convivencia social y ciudadana, estaremos abriendo una salida en donde las
actitudes, experiencias, confianza, imagen docente, humanización, diálogos
valorativos, reflexión, comunicación, calidad de vida, entorno social y los
diferentes cambios, serán reflejo de una convivencia comprometida con el
activo humano que realiza su función como docente.
5. Referencias
Arévalo, M. (1998). La Educación Social para una Escuela Competitiva.
Ediciones Romar. Argentina.
Bavaresco, A. (2006). Técnicas de investigación. Maracaibo. Editorial
Universidad del Zulia, LUZ.
Bernal, C. A. (2000). Metodología de la investigación para administración y
economía. Prentice Hall. Madrid.
Bortone Di Muro, R. (1998). Resultados de la Aplicación de un Programa
de Desarrollo Personal dirigido a Estudiantes de la Carrera
Ingeniería Electrónica-UNET. Trabajo de ascenso no publicado.
Universidad Nacional Experimental del Táchira.
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Arbitrado
Al abordar el tema de la capacitación en valores para fortalecer la