Revista Scientific Volumen 2 / Nº 3 - Febrero-Abril 2017 | Page 354

inmigrantes y grupos sociales o sectores que sufren discriminaciones particulares. Por esto, una ciudadanía social y responsable, sostiene Yslado, (2003), que “en la sociedad actual, la educación debe contribuir a formar personas que puedan convivir en un clima de respeto, tolerancia, participación y libertad y que sean capaces de construir una concepción de la realidad que integre a la vez el conocimiento y la valoración ética y moral de la misma” (pág. 89). Esta concepción cívica y humanista de la educación es la que propugna la Constitución Nacional de la República Bolivariana (1999), así como la Ley Orgánica de Educación (2009) en la educación, la formación en el respeto de los derechos, libertades fundamentales, en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad. Analizando estas bases fundamentales y legales, es importante reflexionar acerca del espíritu de cada una de ellas, que toman en cuenta como objetivo primero y fundamental de la educación proporcionar a estudiantes una conceptualización de la realidad capaz de integrar el conocimiento y la valoración ética y moral de la misma mediante la transmisión, ejercicio de los valores que hacen posible la vida en sociedad, el respeto a derechos y libertades fundamentales. Cuando se trata de dar una conceptualización clara de lo que significa una convivencia social sostiene Guerra, (2004), “hay que tomar en cuenta diversos documentos y declaraciones internacionales” (pág. 21), es decir se refieren a la escuela como promotora de la convivencia social y ciudadana activa y de la cohesión social a través de la enseñanza que realiza de los valores cívicos. Considerando, que al hablar de ciudadanía, hay que tomar en cuenta lo que significa ser ciudadano, por cuanto éste es miembro de una comunidad política, y que su condición de miembro se conoce como ciudadanía, lo que conlleva a una serie de derechos y deberes que tiene que asumir. Surge una 354 Arbitrado indígenas,