que ver con nuestras necesidades básicas como seres humanos, como
alimentarnos o vestirnos para protegernos de la intemperie. Son importantes
en la medida que son necesarios. Son parte del complejo tejido que se forma
de la relación entre valores personales, familiares y socio-culturales. Cuando
se exageran, los valores materiales entran en contradicción con los
espirituales. En este orden de ideas, cuando en la familia, la escuela, el trabajo,
y en la sociedad en general, hay fallas de funcionamiento, muchas veces se
debe a la falta de valores compartidos, lo que se refleja en falta de coherencia
entre lo que se dice y lo que se hace.
La ética sirve para vivir auténticamente mejor, para ser mejores
personas, por lo que, fuera del contexto ejemplarizante de esta ciencia
aplicada, se evidencia en la sociedad actual, un franco deterioro social,
familiar, económico, político, cultural, asistencial, por el cual atraviesa
Venezuela, observado en actitudes típicas de una sociedad en crisis,
expresadas según Bortone, (1998) “en ambientes familiares inestables,
pérdidas de las costumbres ciudadanas, poco amor hacia el trabajo, irrespeto
a la dignidad de las personas, y en general, existe una marcada inclinación,
hacia actitudes tendientes a tener más que al ser” (pág. 32).
2.2. Convivencia Social y Ciudadana
Cuando se habla de una convivencia social y ciudadana, debemos
ubicarnos en el espacio y tiempo, tomando en cuenta los diferentes escenarios
que constituyen nuestra organización o institución, en este caso el educativo.
En este momento, contamos con notables avances en la conciencia moral de
la sociedad respecto, entre otros, del derecho a la vida, a la libertad, al trabajo,
a la educación, a la salud, a la tierra, al medio ambiente, así como los derechos
de los niños, ancianos, mujeres, las personas con necesidades especiales,
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Arbitrado
(5) Valores materiales: Son aquellos que nos permiten subsistir. Tienen