Revista Scientific Volumen 2 / Nº 3 - Febrero-Abril 2017 | Page 169

ha de estar presente el balance entre el proceso y el producto de aprendizaje, la evidencia del progreso y del desarrollo del alumno y de la alumna, y una amplia variedad de tareas y materiales referidas a diversas competencias, estrategias y habilidades del alumnado (en función del contenido del período al que corresponde), a su vez, el análisis reflexivo de los resultados parciales y globales, es decir, el aprendizaje al mismo tiempo de la autoevaluación válida, en un contexto. 4.2. Consideraciones para un acercamiento a la transformación de la evaluación desde un enfoque cualitativo-constructivista. Para el desarrollo de un enfoque constructivista donde el participante y el facilitador construyan alternativas cualitativas que favorezcan la transformación de la evaluación en la práctica universitaria, la evaluación ha de ser entendida como un proceso que promueve el aprendizaje y no como un control externo realizado por el profesorado sobre lo que hace el alumno y cómo lo hace. La evaluación, incluida en el mismo acto de aprendizaje comporta una mayor comprensión tanto por parte del profesor como del estudiante de los procesos que se están realizando, así como el conocimiento de las razones de los errores y aciertos que se producen. El acto evaluativo, desde esta perspectiva, más que un proceso para certificar o aprobar, se coloca como participante, como optimizador de los aprendizajes contribuyendo a proporcionar información relevante para introducir cambios y modificaciones para hacer mejor lo que se está haciendo. La evaluación, además, pasa a ser un elemento vivo con una causalidad y una aportación para el alumno. Evaluar no es "demostrar" sino "perfeccionar" y "reflexionar". La evaluación debería convertirse en un proceso reflexivo donde el que aprende toma conciencia de sí mismo y de sus metas y el que 169 Arbitrado Por estas razones, en el proceso de realización del portafolios siempre