Revista Scientific Volumen 2 / Nº 3 - Febrero-Abril 2017 | Page 157

La evaluación constituye uno de los elementos fundamentales en la práctica pedagógica, por lo que no es sorprendente que exista un número de estilos asociados a ella. Si solamente existiera un objetivo simple e inequívoco, la evaluación sería una cuestión mucho más sencilla de lo que es. La evaluación constituye parte importante en las universidades venezolanas, Alves y Acevedo (2004: 41) la definen como una herramienta de valoración que busca comprender los hechos relacionados con el aprendizaje tal como suceden en la realidad de esta, un espacio para la reflexión, comprensión y valoración del desarrollo de los participantes. Es decir, la misma es una herramienta para encausar las experiencias a compartir en la praxis universitaria, centrando su interés en sus participantes como centros del proceso de aprendizaje. En coherencia con este planteamiento, hoy día la evaluación orienta hacia el estudio de cada aspecto vinculado con los aprendizajes en la práctica universitaria y la búsqueda de la eficiencia académica como una forma de alcanzar una educación de calidad correspondiendo a las expectativas planteadas dentro del contexto universitario moderno. Al respecto Odreman (1999: 03) lograr la calidad como filosofía en la educación implica la necesidad de un cambio en las estrategias planteadas para el desarrollo de la práctica pedagógica, así como en la forma de valorar los resultados obtenidos. Por lo que, dentro de los cambios propuestos se incluirían todos los elementos pertenecientes al proceso de aprendizaje, señalando como uno de los principales la evaluación, por ser ella la que permite definir la eficiencia y eficacia de los procesos y estrategias aplicadas, además de los alcances que se dan en los participantes mediante la experiencia de aprendizaje compartidos en función de sus necesidades y expectativas. 157 Arbitrado 1. A manera de Introducción