La educación es un elemento fundamental para el desarrollo de la
sociedad en todos sus niveles: económico, político, cultural, social, pues es la
encargada de formar a los ciudadanos y ciudadanas para asumir los retos
futuros en la búsqueda de una mejor calidad de vida. Desde esta perspectiva,
es indispensable que quienes estén a cargo de tal misión sean personas
capacitadas académicamente para propiciar la construcción de los
conocimientos de éstos.
Desde esa perspectiva, se considera que la buena marcha de las
instituciones educativas depende en gran parte de la gestión directiva
desarrollada por los gerentes, quienes poseen competencias conducentes al
éxito de la organización, siendo necesario para ello, promoverla, así como
definir una línea gerencial en la aplicación de las funciones administrativas las
cuales permitan optimizar el desempeño laboral de todos sus miembros, en
consecuencia, alcanzar los objetivos propuestos.
Ahora bien, en el ámbito mundial, la educación es considerada como
elemento fundamental para el desarrollo social, económico, político, cultural,
forma los recursos humanos indispensables para participar, responsable y
activamente, en los cambios, transformaciones que demandan las sociedades.
El logro de tal cometido requiere disponer de instrumentos idóneos los cuales
orienten, contribuyan a alcanzar los objetivos de progreso de los sistemas
educativos, tal como los roles del gerente educativo.
Asimismo, a nivel de Latinoamérica, se han venido suscitando
profundas transformaciones para los diferentes ámbitos del quehacer social,
siendo la educación la más influenciada por ellas, razón por la cual es
fundamental la constante actualización de quienes participan: directivos,
docentes. En este sentido, corresponde al gerente escolar velar porque el
personal docente desarrolle su función educadora de una manera óptima, para
alcanzar las metas propuestas y con ello la calidad educativa.
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Arbitrado
1. Introducción