influyen favorablemente sobre las características físicas del suelo, estas
características son: estructura, porosidad, aireación, capacidad de retención
de agua, infiltración, conductividad hidráulica y estabilidad de agregados” (pág.
2), en tal sentido, las características físicas de los suelos están muy presentes
al momento de la labranza de la tierra o preparación del terreno para la
siembra, por ejemplo la estructura, la cual según el autor, también
es
modificada positivamente por los abonos orgánicos lo que facilita en gran
medida la mecanización de los mismos.
En el mismo orden de ideas, los abonos orgánicos, también alteran
favorablemente las características químicas de los suelos por lo que también
Trinidad (2011) dice “las características químicas del suelo que cambian por
la aplicación de abonos orgánicos son obviamente el contenido de materia
orgánica; derivado de esto aumenta el porcentaje de nitrógeno total, la
capacidad de intercambio de cationes, el pH y la concentración de sales” (pág.
3), por lo tanto, obsérvese que la parte química de los suelos también se
beneficia de la aplicación de los abonos orgánicos, por ejemplo el pH, el cual
de forma imperante debe ser neutro en los suelos al momento del
establecimiento de los cultivos.
Así mismo, las características biológicas también cambian en forma
favorable al aplicársele materiales orgánicos a los suelos y Trinidad (2011)
continua “se debe a que los estiércoles contienen grandes cantidades de
compuestos de fácil descomposición, cuya adición casi siempre resulta en un
incremento de la actividad biológica” (pág. 3), estas características tienen que
ver con aquellos microorganismos presentes en el suelo a sembrar como son
hongos, bacterias, otros, cuya actividad biológica repercute en el mejoramiento
de la estructura del suelo.
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Arbitrado
Ahora bien, de acuerdo con Trinidad (2011) “los abonos orgánicos