Revista Scientific Edición Especial - Febrero-Abril 2017 | Page 268
de sus estudiantes implica, por una parte, evaluar sus procesos de aprendizaje
con el fin de comprenderlos, descubrir sus dificultades, ayudarlos a superarlas
y considerar el efecto que ejercen sus propias estrategias de trabajo en los
logros de los educandos. Por otra parte, implica formar parte constructiva del
entorno donde se trabaja, compartir, aprender de sus colegas y con ellos;
sentirse un aprendiz permanente, además de un integrante del sistema
educativo. Al respecto, Senlle (2008) señala:
La responsabilidad es una actitud que exige cumplimiento a
alguien que no tiene motivación para comprometerlo, se da a
las personas que están entrenadas, se sienten preparadas y
quieren
demostrar
que
pueden
tomar
nuevas
responsabilidades a su cargo. Con la formación apropiada y
permitiendo la participación, hay que darla a los que la piden,
previo estudio de cada caso, cuando las cosas se hacen bien
no es necesario andar detrás de la gente exigiendo que la
cumplan (pág. 65).
La definición anterior, al llevarla al desempeño del docente universitario
implica que éste debe reflexionar críticamente sobre las estrategias
desarrolladas, sus efectos en los aprendizajes de los estudiantes, evaluando
cómo se cumplieron los objetivos propuestos o si éstos se comprometieron
con las actividades de aprendizaje. A partir de ese análisis, la responsabilidad
profesional del profesor le exige reformular su práctica pedagógica para
hacerla más efectiva, de manera de satisfacer las necesidades de aprendizaje
de los estudiantes
2.2. Funciones Básicas del Docente Universitario
La actividad del docente universitario es compleja pues incorpora
elementos personales, disciplinares, pedagógicos, siendo su tarea principal el
acto educativo dentro de su área de conocimiento o disciplina científica. Pero,
también debe poseer saberes, habilidades, destrezas, valores que deben
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Arbitrado
Desde esa perspectiva, el compromiso del profesor con el aprendizaje