Revista Scientific Edición Especial - Febrero-Abril 2017 | Page 177

En los inicios del siglo XXI, la noción del patrimonio cultural no ha cesado de enriquecerse con un enfoque global antropológico y sociológico que lleva a considerarlo como un conjunto de manifestaciones diversas, que se han recibido del pasado, que han llegado a ser testimonios insustituibles representando el desarrollo de una sociedad y, se debe trasmitir a las futuras generaciones. Según Martin (2002) el patrimonio cultural “son elementos y valores culturales, que son compartidos por un grupo humano y los identifica, modificándose en el tiempo” (pág. 42). Para el autor, el hombre como un ser social requiere de una identidad; cada grupo humano posee una identidad cultural, la misma se conforma por elementos culturales y el patrimonio cultural, esta identidad puede ser local, regional o nacional. En relación a lo anterior, se puede decir que el patrimonio cultural da señas de lo que es la identidad histórica, es uno de los atributos que da personalidad a cada país, se revela a través de las costumbres, tradiciones, yacimientos arqueológicos, geológicos, paleontológicos, considerados importantes en la construcción histórica de la humanidad, sus orígenes y antecedentes. De igual manera, según Blasco (2009) el patrimonio arqueológico, “es un conjunto formado por bienes e inmuebles de carácter histórico, susceptibles de ser estudiados con metodología arqueológica, hayan sido extraídos o no, y tanto si se encuentra en la superficie o en el subsuelo” (pág. 40). Se infiere de la definición de la autora, que el patrimonio arqueológico, es sin duda, un patrimonio histórico, son testimonios del pasado, que constituyen una herencia colectiva, de allí la importancia de conservarlos, de transmitir de generación en generación su protección, como aporte de un pueblo a la cultura universal. Su estudio no se limita, a la antigüedad en un marco cronológico, sino, implica además, el comportamiento humano desde sus orígenes, sus fuentes son las evidencias antropogénicas, pero también, 176 Arbitrado 1. Introducción