LA VERDADERA
PRUEBA DE AMOR
Cuando dicen que la cama es el “ring
de 4 perillas”, obviamente lo asociamos a
sensaciones de placer, de amor y besuqueos,
no realmente a un ring en donde te están
boxeando toda la noche. A mí por suerte
no me ha tocado nunca un compañero de
cama que se mueva tanto que durante la
noche temas por tu vida, que en un dos por
tres tengas un brazo en la mitad de tu cara,
moretones en tus piernas y más encima
amaneces durmiendo en el larguero porque
te ocuparon toda la cama. Habrá que amarrar
al chiquillo pa´ que no se mueva tanto?
Ahora sí, llegamos al bien ponderado beso
de buenos días! O sea aguantar el tufo
mañanero… y la “verda” no es aguantar,
porque te aguantan a ti también… por
lo menos aquí estamos en igualdad
de condiciones, y dependiendo de las
constantes o no visitas al dentista esto será
más o menos terrible (obvio que apostando
JUANITA MARTINI
que ambos se lavaron los dientes antes de
irse a acostar)
Y la última, es una mención honrosa a un
comentario que me hizo mi amiga chusca
de mi “corasaund” cuando hablamos de
este tema: “Yo creo que la prueba de amor
verdadero es encontrar en el jabón (en barra)
un pelo que no es tuyo”…..no more comments!
Ya… y como siempre al final de mis post,
que vemos el lado amable, puedo decir que
la real prueba de amor tampoco es taaaaaan
mala (de hecho no lo es) cuando piensas en
las cucharitas, en los regaloneos varios, en
los miles de domingos flojeando, en que si
tienes las patas heladas tienes un guatero
a tu disposición y a los cariños en la cabeza
mientras estas a punto de dormir….. La
verdad es que si esta es la real prueba de
amor, la pasaría una y mil veces porque
cuando uno realmente quiere, estos detalles
son pelos de la cola!
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