Revista Salvadoreña de Psicología: Psique Volumen 1 | Page 6

Conducta delictiva En la realidad salvadoreña se ve la exposición a las conductas antisociales y delictivas debido a ambientes externos que influencian sus comportamientos, como pandillas, vandalismo, narcotráfico y drogadicción. Muchas veces, los jóvenes ven la entrada a las pandillas como una solución fácil a las escasas oportunidades académicas y laborales en el país o por la necesidad de pertenencia a un grupo social; en otras ocasiones se ven obligados por la misma presión de su contexto social, en donde tienen que cumplir requisitos criminales y delictivos para poder pertenecer a estos grupos. Así, el adulto antisocial continua con la misma clase de problemas de conducta iniciados en la niñez y adolescencia pero con una escala más grande (López Soler & López López, 2003), carecen de preocupación por otros y tienen poco respeto por las leyes sociales, siendo de sus principales características (Larsen & Buss, 2005): la impulsividad, perdida de estribos con rapidez, agresión, indiferencia ante el sufrimiento, insensibilidad, entre otros. Situando las bases comportamentales de las conductas antisociales se establecen relaciones con factores bioquímicos como la actividad del lóbulo frontal, la activación del Sistema Nervioso Autónomo, entre otros como también factores de personalidad como alta impulsividad, búsqueda de sensaciones, baja empatía, egocentrismo, tendencias narcisistas, ira, frialdad emocional, etc. (Sánchez-Teruel & Robles-Bello, 2013). 6