Revista Redes de Metal. (Número 1).pdf May. 2014 | Page 27

al Palau Blaugrana. La defensa intensa y con ayudas es mucho más positiva que un tapón exuberante. La percepción cuadriculada del técnico de Gavà contrasta con un juego europeo que busca parecerse más al americano. Los aficionados se han acostumbrado a jugadas inverosímiles y no valoran el juego táctico, esquemático y matemático. Los inicios de las últimas dos temporadas han sido muy duros en Barcelona. Derrotas dolorosas ante rivales inesperados, resultados pobres, actuaciones irregulares y un equipo que parecía no saber a qué jugaba. El cambio de ciclo y la obligación de rejuvenecer a la plantilla están obligando a Xavi Pascual a lidiar con dar minutos a Abrines, Hezonja, Todorovic y compañía; a ganar partidos y a divertir al público. Y, evidentemente, eso es no es tarea fácil. Pero los títulos se ganan a partir de marzo, no en noviembre. Esa es la máxima de Xavi Pascual. La temporada pasada la plantilla estaba perdida, sin un capitán que llevase el timón y rozando el ridículo entrando en Copa sobre la bocina. Luego, la historia ya es conocida. Campeones de la Copa del Rey en Vitoria, jugando la Final Four y llevando al Real Madrid a un quinto partido en las finales de la Liga Endesa. Esta temporada, el guión ha sido parecido. Pese a un rendimiento inmaculado en Europa, las dudas volvieron a emerger en la competición doméstica. Un Barça débil mentalmente y errático en ataque perdía en Vitoria, Bilbao, Santiago y Madrid. Sin embargo, a partir de la Copa del Rey (con la canasta decisiva de Llull) los azulgranas han vuelto a desarrollar un juego sólido, efectivo y hasta atractivo para el espectador. E l mundo del deporte vive a expensas de los resultados. Ganar jugando bien se premia más, pero si no consigues ganar tu estilo se va al garete. Las ideas tácticas de un entrenador pueden chocar con la de los jugadores. Por eso es imprescindible una conexión mental entre míster y jugador. El Barcelona de baloncesto lleva dos temporadas seguidas inmerso en un dilema ético-profesional-deportivo. Las comparaciones son odiosas, pero inevitables. El Madrid de baloncesto no solo gana, sino que divierte a cualquier aficionado del mundo. Entonces, ¿es compatible jugar bien y ganar? Esa es la gran pregunta que todos le han hecho a Xavi Pascual. El técnico azulgrana lleva dos cursos viviendo la misma canción. El método Pascual no busca, como primera norma, atraer al espectador con un juego vistoso.