Revista Redes de Metal. (Número 1).pdf May. 2014 | Page 23

El comienzo no fue especialmente brillante, pero el paupérrimo nivel existente en la conferencia este y triunfos tan destacados como la victoria ante Miami Heat en el American Airlines Arena afianzaban a Detroit en la quinta plaza pasada la treintena de partidos disputados. Pese a no llegar al 50%, los cimientos de un equipo predestinado a codearse con los mejores conjuntos de su conferencia parecían haber empezado a plasmarse en la clasificación. Pero aquella base que parecía tener sustento a lo largo de la temporada no fue más que un espejismo de la pesadilla que atravesarían los de Cheeks a continuación. Los malos resultados no tardaron en llegar. Mal juego, defensa inexistente, humillaciones enlazadas de forma consecutiva… Cuando parecía que Detroit había tocado fondo, siempre eran capaces de bajar un peldaño más en el sótano de su fracaso. Pronto se buscarían culpables y causas a la pésima imagen ofrecida por el combinado que dirige desde los despachos Joe Dumars. Que había problemas, resultaba demasiado obvio. Así pues, se tomó la decisión de cesar a un Cheeks apático e incapaz de transmitir ni tan siquiera una pequeña dosis de motivació