Revista Poligrafías N°1 | Page 17

Es gracias a esto que la esencia del Ser Maestro toma un nuevo rumbo, la creación de transversalidades, donde la formación escolar se centra no sólo en la enseñanza de competencias, sino de aptitudes y actitudes para la vida. Lo anterior, se convierte en el eje fundamental del funcionamiento de las nuevas prácticas docentes, pues realiza a maestros, docentes en formación, padres, alumnos y a la sociedad misma, una  invitación a la concepción de lo que es la educación. A lo largo del tiempo hemos creído que la educación es una tarea única y exclusiva de la escuela y por ende de los maestros, y no, la educación es una tarea de la sociedad en general, pues es precisamente el contexto, el principal afectado con la creación o absolución de una cultura educativa en sus pobladores.  En este sentido, no solo la escuela se debe encargar de otorgar el conocimiento, sino las demás personas y la misma sociedad, pues las vivencias de cada ser humano son influencias que recaen en la escuela, llegan a repercutir en su funcionamiento y desempeño, por lo que debemos tener claro que, si el contexto está en transformación constante, la escuela, el maestro y su forma de enseñanza se transformarán. Por esta razón, se debe buscar constantemente  la creación de formas y maneras para generar en las aulas un gusto por la formación, por ejemplo, que el maestro le apueste al uso de otros sistemas simbólicos como son la fotografía, el cine, la televisión, la música y las Tic, ya que en esta era impulsada por el uso de la tecnología, estos elementos se convierten en una alternativa para la enseñanza. 15