Inmóvil, insobornable, desde la silla nos vigila el cinturón de don Pedro el policía. Él duerme, más
tarde se va a levantar, tomará unos mates como todas las tardes, mientras se coloca la
chaquetilla azul frente al espejo, se ajusta el cinturón y la cuarenta y cinco de servicio, su mujer
desde atrás con el mate listo le saca las pelusas, le acomoda el correaje.
Se desprende del correaje, saca la cuarenta y c