Revista Millennials Agosto 2017 | Page 36

UNIVERSIDAD TECMILENIO [email protected] Literaria 37 –En la ciudad que está hacia el oeste. ¿De dónde vienes tú? –Gracias –contestó ella, y se dispuso a subir, pero –¿Te refieres a la ciudad que está hacia allá? –señaló con el el chico la detuvo poniéndole una mano en el Llamó su atención un par de ojos pícaros que de millones, y que a través de ellos sean impulsados dedo la dirección en la que había venido– Entonces sí. hombro. la observaban desde lejos. Álvaro.Se aclaró la para marcar la diferencia junto conmigo, pero al mis- –Venimos de la misma ciudad –dijo el chico con el entusias- –Te acompaño –le dijo garganta y comenzó su discurso. mo tiempo, no como yo, ya que cada quien nació para mo –Entonces, ¿regresarás mañana? La chica asintió y subió, saliendo al aire libre. El “He decidido que no quiero ser una persona algo distinto, y todas esas misiones juntas formarán –No. Hoy cumplo diecisiete años. No creo que pueda regre- viento soplaba tranquilamente, trayendo olor a normal. Ni ahora ni nunca –Los funcionarios un mundo en el que la gente defienda su posición sar. tierra mojada. de gobierno la observaron con confusión en con la mano en la cintura, un mundo en el que la dis- –¿Sabes? –dijo el joven– Aún falta un tiempo para que yo Los jóvenes cerraron la trampilla detrás de ellos y el rostro–. Lo que llamamos es criminación y los prejuicios sean sólo cuentos, y un cumpla diecisiete, pero después de reflexionar durante va- caminaron hacia la ciudad. sólo un espejismo creado por el estatus quo. mundo en el que sea un orgullo pararse frente a una rios meses llegué a la conclusión de que me gusta vivir aquí Nadie dijo una sola palabra en el trayecto. Sólo se Este es sólo una creación del ser humano que multitud y expresar los sueños más profundos del y leer, pero constantemente estoy saliendo de mi zona de escuchaban sus respiraciones agitadas y los pa- busca no sentirse solo en un universo infinito y alma humana sin miedo a ser rechazado, o etiquetado confort, y me estoy cansando. Prefiero volver y obedecer al sos apresurados.Llegaron a la ciudad cuando ya lleno de diversidad. como “loco”. Y por más difícil que sea ir en contra gobierno en vez de desgastarme emocionalmente. Ya estoy estaba amaneciendo, y apagaron la antorcha en Si bien, hay algunas personas que comparten de la corriente, lo haré, porque nací para hacer la muy cansado. ¿Para qué voy a quedarme aquí siendo inde- la fuente de una plaza. Cuando hicieron eso, Jade nuestros valores y convicciones, siguen siendo diferencia, y el sacrificio vale la pena. No seré nadie pendiente si me va a quitar tanta energía? miró el reloj. Las seis y media. Tenía que llegar diferentes a nosotros en muchos sentidos – mañana si hoy no defino quién quiero ser. –Porque hay que ir contra la corriente. Hay que luchar por a casa cuanto antes.Caminaron algunas cuadras miró fijamente a su amigo–. Una piedra pre- ser únicos. más y bajaron la velocidad en la calle de la chica. ciosa es parecida a otras piedras preciosas, sin –¿Qué tan únicos somos, en realidad? –inquirió –¡Espera! – La muchacha señaló hacia el frente. embargo, cada una de ellas es única por una llamó– No puedes irte a oscuras –tomó una antorcha de la razón. pared y se la alargó Lo mismo pasa con nosotros. Podemos pare- La chica se metió a bañar reflexionan- cernos en muchas cosas, pero siempre habrá puedo quedar como recuerdo? do acerca de lo que haría. La tradición –Mi casa es aquella –se sobre- algo que nos haga distintos. Una de las co- –Te lo puedes quedar, si quieres. era que en la ceremonia, la persona saltó al oír su voz después de sas más bellas del mundo es descubrir ese –Perfecto. Adiós. que cumplía años diera un discurso haber pasado tanto tiempo en algo especial y único que tienen los demás, y –Adiós. en agradecimiento al gobierno por silencio anonadarnos con la existencia del prójimo al El chico se quedó inmóvil mientras la permitir que el individuo formara Caminaron hasta ella, y se de- encontrar ese tesoro escondido que todos car- muchacha entraba a su casa y cerraba parte de la sociedad con una función tuvieron frente a la puerta. gan en el alma. Y por ser tan único, ese tesoro la puerta, pero cuando Jade se asomó conocida, pero ella no tenía en mente –¿Vas a quedarte en la ciudad nos hace extraordinarios. Nos hace anormales, por la ventana, no había rastro de él. un discurso de agradecimiento… sino definitivamente? –preguntó la y debemos sentirnos orgullosos de ello. Eso es Con lentitud, subió las escaleras, entró una declaración de que quería ser di- chica lo que nos hace ser nosotros. en su habitación, guardó la antorcha en ferente. –No, debo pensar bien si quie- Siempre he sido admiradora de las cosas anor- un cajón, se cambió y se derrumbó en la Planeaba hablar con su familia acerca ro quedarme o no males. Tengo la convicción de que al ser única, cama. Estaba exhausta, pero sabía que de eso, pero no hubo tiempo de hacer- –Bueno –alargó la mano– fue no hay razón alguna por la que deba hacer lo todo había valido la pena. Después de lo, y cuando menos acordó, ya estaba un gusto conocerte, Álvaro. que los demás hacen. No hay razón alguna por un par de minutos se quedó dormida. de pie frente a una multitud, con un El chico se la estrechó con gus- la que deba ir con la corriente, o acomodarme La despertó su madre con una sonrisa vestido blanco y el cabello recogido. to en el estatus quo. Si no hay nadie más como en el rostro. Las manos le temblaban, y su corazón –Igualmente, Jade. Espero que yo en el mundo entero, entonces iré contra co- –Feliz cumpleaños, hija –le dijo palpitaba tan fuerte que parecía que volvamos a vernos. rriente, porque para eso nací, para ser distinta, –Gracias, mamá. se le iba a salir. –Yo también –la joven sonrió y para marcar la diferencia, para demostrar mi –¿Lista para la ceremonia? Extendió con dificultad el escrito que le acercó la antorcha–. Enton- autenticidad con actos de fe, perseverancia –Eso creo. había hecho en la biblioteca, y respiró ces… ¿te llevas esto, o me lo y madurez. Actos que conmuevan el corazón –Muy bien, alístate. hondo, observando a la gente. tecmilenio.mx tecmilenio.mx [email protected] 1