LOS NOGALES
Laura Cahnspeyer C.
Promoción 1999
Estudié
Administración
Hotelera y trabajé en turis-
mo durante quince años.
Hace ocho, empecé a trabajar con plan-
tas. Empecé con el té y creé el Taller de
Té, un espacio dedicado a promover la
vida tranquila a través de la cultura del té
y las infusiones. Hoy trabajamos con más
de cien plantas medicinales y aromáticas
principalmente de Colombia con pro-
veedores desde el Vaupés hasta la Sierra
Nevada de Santa Marta. Preparamos
mezclas botánicas, infusiones, aguas
aromáticas y té en hoja suelta. También
ofrecemos diplomados, talleres y cursos
enfocados en el acercamiento a la cons-
ciencia y a la paz interior a través de la
conexión con las plantas y la naturaleza.
Creo que las tres palabras, ser servir y
transformar, son parte importante de
este proyecto. El año pasado ampliamos
la marca para mostrar la esencia de lo que
hacemos y ampliar el rango de posibili-
dades. El nuevo nombre es Munay, una
palabra quechua que significa el sentir
que lleva a la acción, es la fuerza que está
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en todo, es la voluntad del amor. Servir
es esencial para compartir, para guiar e
inspirar. Y es desde esa inspiración, tanto
con el equipo como con aliados, clientes,
proveedores y todas las personas y seres
con los que interactuamos, que se genera
transformación y cambio de paradigmas.
Pero en el inicio, y a lo largo y ancho del
proceso, es esencial e imprescindible Ser,
vivir desde la autenticidad, desde la co-
nexión íntegra y consciente y con el an-
helo de poner al servicio todas nuestras
virtudes y nuestro máximo potencial.
Llevo ocho años trabajando taza a taza
con la consciencia y siempre me sor-
prendo y me admiro de cómo la expe-
riencia de tomarse un té o una infusión,
de crear tiempo para sentir y conectarse
con uno mismo y con los otros gene-
ra espacios de diálogo, de tranquilidad,
de reconocimiento y de transformación
interior. A veces no es necesario hablar,
simplemente estar ahí y disfrutar y hon-
rar en cada sorbo la Vida, la Naturaleza,
el Misterio, el Ser.