Más allá de manejar el discurso adecuadamente, los componentes no verbales son
fundamentales para que el mensaje a transmitir sea eficaz. El lenguaje corporal
correcto es necesario no solo para conversaciones sino para presentaciones,
entrevistas, exposiciones y auditorios. Nos referimos a un lenguaje corporal correcto
cuando es congruente con el mensaje verbal que estamos transmitiendo. Su buen
uso permite rearfirmar el mensaje, ser claros y creíbles. Por ende, si bien es cierto
que las palabras son la esencia, el verdadero significado de ellas se transmite con
el lenguaje corporal y el tono de voz utilizados.
Este tipo de comunicación kinésica se envía por medio de los gestos, los
movimientos de las manos y el rostro, convirtiéndolos en máscaras que generan o
no empatía con los demás.
Los gestos, la postura del cuerpo y la voz son fundamentales para generar
diferentes tipos de interpretaciones en el entorno laboral, porque hacen a quien está
hablando creíble y seguro, ó lejano y autoritario.
Habitualmente para comunicarnos utilizamos una serie de elementos que apoyan
nuestras ideas y le dan significado a lo que expresamos. Estos factores se
enmarcan dentro de lo que no es verbalizado por el lenguaje hablado. Son los que
se presentan a continuación:
A. Lenguaje Icónico:
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