REVISTA LA CRUZ 1075 MAR-ABR 2019 | Page 7

EDITORIAL Laicos, ministros ordenados y personas consagradas formamos la Iglesia, Pueblo sacerdotal santo y solidario. Así mismo, las Obras de la Cruz y la Familia de la Cruz están integradas por fieles de las tres categorías. Por el bautismo, nos incorporamos a Jesucristo y participamos de su «función sacerdotal, profética y real» (LG 31). Los laicos –que son la inmensa mayoría de los cristianos– viven en el mundo, «es decir, en todas y a cada una de las actividades y profesiones, así como en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social con las que su existencia está como entretejida» (LG 31). «El Señor desea dilatar su Reino también por mediación de los fieles laicos» (LG 36). Realizan su misión en el mundo, de modo que, «con su testimonio y su actividad, contribuyan a la trans- formación de las realidades y la creación de estructuras justas según los criterios del Evangelio. […] Tienen el deber de hacer creíble la fe que profesan, mostrando autenticidad y coherencia en su conducta» (DA 210). «Los laicos, como adoradores en todo lugar y obrando santamente, consagran el mundo mismo a Dios» (LG 34). Fernando Torre, MSpS Director 7