Revista Innombrable #8 - Pesadillas: espejos del sueño - 2017 | Page 7
EL ESPEJO
Un espejo, dentro del espejo se lleva a cabo un combate entre poetas. Otros dirían que entre el poeta
regular y el poeta irregular, asimétricos, armoniosos en el conflicto, uno mira hacía arriba y el otro
mira hacia abajo, evidente repugnancia de su aspecto cósmico, anexados a la sociedad, como reflejos
particulares del mundo.
“Es de noche y el cielo estrellado” lo dijo cualquier poeta, el bueno o el malo, aquel que no dijo nada,
pero señaló con el dedo, fantástica expresión, poética performática, el poeta es el dedo del mundo,
señala, desde afuera, el lugar en el cosmos, combatiendo, con el otro, su semejante, el pérfido, el malo,
el arrogante.
El poeta recibe una carta, la carta es un espejo, el espejo es la realidad, aquel cielo estrellado, entre
piedras y construcciones frescas. La carta es de una mujer desconocida, lo desconocido es un espejo, lo
desconocido es la realidad, aún guarda el aroma de aquella mujer, ella señala el mundo, con su dedo
trémulo y asonante.
Un espejo, dentro del espejo se lleva a cabo un combate entre poetas. Otros dirían que pelean por una
mujer, por la musa de la inspiración, o por la mosa de la pasión, distanciamiento práctico, verso en el
aire, disputado entre ladridos simétricos, bajo aquel cielo estrellado, la carta es de una mujer
desconocida.
EL SUEÑO
La soñante dice: un sueño del salvajes donde las pesadillas son reales. La frente sudorosa, los ojos
dilatados, la boca seca, las extremidades rígidas, y la conciencia aguda, inmóvil, impotente, y los
salvajes invadiendo sus sueños, ellos, los reales, aquellos inmortales que siempre vienen acompañados
del conflicto.
Una mesa circular, una comida sin servirse, alrededor, los no-invitados, los venidos, los llegados, de
esas partes, de las cartas, del espejo, de sus ojos, aquel pozo profundo, metáfora absurda y limitante,
opuesta a la antigua caverna, aquella, la del conflicto, la que los poetas mantuvieron clausurada durante
la revuelta.
Guiado por ella, la desconocida, con las cartas y el espejo, con los miembros amputados, cruel
mensaje, transitorio e ineficaz, para aquellos que aún tienen la esperanza de su sueño, poema irresuelto,
devorado por osos y dragones, al menos por la fantasía, esperanza de la ensoñación, sentido mínimo de
la nada.
La soñante dice: un sueño del salvajes donde las pesadillas son reales. Un viejo maestro, en la niebla,
en la nube distante, con el ángulo correcto, el del no-cuerpo, errante, en el no-pensamiento, recibiendo
la carta de la mujer desconocida, espejo del combate, pesadilla de salvajes, donde los sueños son
reales.
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