Revista Innombrable # 7 - Muros Poéticos, Ciudades del Silencio - 2015 | Page 58
sobre su almohada. La peste inundaba la escena del crimen. Los militares estaban ocultando los
cuerpos de los asesinatos en diferentes casas.
Gusanos blancos emanaban de la boca, un olor a muerte se le escurría por los ojos mientras un charco
de sangre negra le rodeaba la cabeza, Mario tomó valor y se acercó hasta el muerto, sintió algo extraño
recorriendo su espalda y el vómito no se hizo esperar.
Gusanos blancos le emanaban de la boca, charcos de sangre se escurrían de entre sus dedos, Mario
admiraba su propia muerte con la tonada del silencio. La imagen espeluznante del tiempo lo había
paralizado. Salió en busca de ayuda a la calle, la desesperación invadía sus manos, ahora pálidas y
diferentes, y apenas cruzó la puerta de calle comprendió que la vida había desaparecido.
55