Revista Innombrable # 7 - Muros Poéticos, Ciudades del Silencio - 2015 | Page 13
V
La carita de la pequeña indígena
no deja asomar ni un solo indicio
de felicidad.
Bajo el sol infernal
y el calor que se acumula,
su mística frunce el entrecejo extrañada.
Habla con su familia
en un dialecto tan bello
como las más bellas piezas musicales.
Seguramente se quejará del hambre;
de que la luz de noche
no viene de la hoguera familiar;
de la ausencia de colores en el hirviente hormigón seco;
del olor a orquídeas y bromelias en la selva húmeda.
Seguramente sigue pidiendo la razón
por la cual el abuelo fue muerto
por un hombre blanco con un bastón de fuego,
o siga añorando las fábulas de su tribu
que felizmente contaba el cacique:
Ese hombre alto y con cara color cacao
Que contaba cómo el jaguar terminó siendo amigo del oso,
O recordaba tantos juegos con sus amiguitos
tanta coladera de imaginación…
Y el río, y la ceiba
y las guacamayas color sol.
El poeta inmortaliza sus miradas de desdén
En un país sin memoria y con sangre…
Mary Carmen Castillo (México)
Primera Estiba
Jalalpa o La reproducción de la desesperanza
(Fragmentos)
•••
Me convertí
en un incendio forestal
de esos que –dicen-fueron p