Revista Innombrable # 6 - Eterno Femenino Cuerpo y Erotismo - 2014 | Page 54

—prieto dique que aprisionaba tu sexo—. Y quise encenderte la sangre, deslizándote al oído mil presagios del naufragio que te esperaba entre el abrazo de mis muslos. O corromperte en la tentación, de la manzana y su dulce hendidura palpitante. Arrancarte la mácula, el estigma de pureza -impropio de un hombre-. Conducirte hasta la lenta agonía de tu primer estertor, mientras te recitaba el “Ars Amandi “ de Ovidio , siendo yo , tu súcubo, tu meretriz de Astarté, en los Jardines colgantes de Babilonia. Y descubrirte el caracol lascivo de mi lengua dibujando un laberinto de plata, en cada recodo de tus secretas virginidades. Pero tú me apartaste —cáliz agrio—. Mañana, nadie se extrañará si Salomé pide tu cabeza en bandeja de plata, para besar tu fría boca, con sus labios de infierno y de despecho. 48