Revista Innombrable # 6 - Eterno Femenino Cuerpo y Erotismo - 2014 | Page 15
visitante adecuado se vuelven opacos los cabellos negros —otrora lustrosos— de la Ligia
incandescente. Cae somnífera Ligia-Amelia; Ligia-Amelia la aligera; aligera Ligia o Amelia-Ifigenia.
Ifigenia, de prolongado esperar y penas nutritivas.
Se cae sobre esta hermosa ciudad un celestial enigma que ya nunca llovería; y Ligia espera, y en
lúbrica espera es aligera; Ligia paciente y compasiva, mientras los cielos lloran para las alcantarillas
dilatadas y expectantes.
Llueve sobre las sienes como cuando se escurre esta astrosa fatiga; y veo desde dentro —que es el
afuera de la fatiga—, como Ligia-Ifigenia se lamenta otro poco, porque mientras hubiera esperanzas de
que aquel hombre volviera, la ciudad hermosa le había prometido que las lluvias no cesarían.
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