"A las personas que compran alguna guitarra de Steelwood, en el proceso de entrega les pedimos que nos autografíen una plumilla.”
El pasado 31 de agosto, Las butacas se cimbraron cuando el gran Andy Timmons tomó su Ibanez Signature y comenzó a encender la noche en A Nightof Guitars. Cada nota que soltaba de su inolvidable disco Sgt, Pepper. En lo personal, Timmons era de quien menos esperaba, pero cada acorde y nota que soltaba me hacía entender cada vez más su proyecto y el porqué se ha ganado su lugar en la escena musical y guitarrera.
No, Andy Timmons no es un shred ni alguien que escupe notas sin pensarlo: demostró un dominio en su lenguaje musical y en la estructura de cada canción. "¡Claro!, pues él las hizo" dirán algunos, pero en el camino de la música te encuentras que, a pesar de que un músico sea el autor de la pieza que toca, desconoce cómo moverse a través de la misma. Timmons demostró alguien sabe aprovechar desde su equipo, su presencia escénica y su gear, algo que siempre se agradece.
La desgracia de la noche
Algo que ofrecía el evento era la oportunidad de que un total de nueve personas, previamente seleccionadas, tocaran codo a codo con los otros tres guitarristas. Inició el primer Jam con Andy y uno de los afortunados. La desgracia se hizo presente rápido cuando el amplificador al que estaba conectado TImmons, falló y dejó de funcionar. Rápidamente los técnicos entraron para ver qué era lo que había ocurrido, pero nadie tuvo la oportunidad de parar la pista y el primer chico, se quedó tocando solo mientras Andy sólo lo admiraba.
Solucionaron el problema y en cuanto entró el segundo guitarrista, Andy ya pudo lograr conectar la siguiente convivencia musical. Lo mismo pasó con el tercer invitado de Timmons.
Andy se despidió agradecido con el público y los guitarristas que tocaron a su lado. después hubo un intermedio antes de que el show continuara.
NOV/DIC 2017 | GuitarraMX | 11
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