Revista Foro Ecuménico Social Número 7. 2010 | Page 91

Responsabilidad Empresaria den una parte a él. Pero este cortoplacismo para resolver el problema de hoy sin pensar en lo que viene en el futuro, genera la injusticia que unos paguemos los impuestos y que otros no lo hagan, y también genera irresponsabilidad social. En esto hay un rol que deben jugar los sindicatos. Las visiones cortoplacistas nos hacen perder el rumbo y por eso cambiamos de línea a veces tan groseramente, no solo entre un gobierno y otro sino también dentro de los mismos gobiernos. Se necesitan en cambio, políticas de estado que vayan más allà de un periodo de gobierno. Responsabilidad social Hay responsabilidades sociales muy básicas, como las que tienen que ver con el producto bien hecho, entregar lo comprometido, tanto en cantidad como en calidad, cobrar un precio razonable, aceptar la competencia, cumplir con los impuestos o con los aportes previsionales. Pero después hay –como en círculos concéntricos– responsabilidades sociales adicionales, que tienen que ver con que cada persona que está en la organización tenga la posibilidad de desarrollarse, de dar lo mejor de sí. Lo cual no es malo para la empresa, al contrario, es bueno, si hace que esa persona en lugar de estar buscando todo el tiempo adonde irse, se da cuenta que tiene una posibilidad de crecer allí. Lo mismo sucede con el entorno geográfico, con los vecinos, con el medio ambiente,etc. En los años ’60 se hablaba mucho del balance social, ideas que venían básicamente de Francia. Consistía en valorizar en números cuestiones de orden cualitativo, como la calidad de los productos, o el clima laboral, que son muy difíciles de evaluar. Hoy muchas compañías hacen un informe o memoria social. Para ellas hacer bien el producto o prestar bien el servicio, es algo que se descuenta y no hace falta informarlo en un reporte. La responsabilidad social empresaria va más allá de cumplir los impuestos. Tiene que ver no solo con el personal sino con temas que trascienden las paredes de la compañía, con la forma en que nos llevamos con el entorno, cómo estamos ubicados en el barrio donde está la planta, con el cuidado del medio ambiente, o –por ejemplo– porque aparte de dar trabajo armamos escuelas para que los jóvenes que quieran aprender un oficio se vayan preparando y tengan una fuente de trabajo relativamente cercana. Estos son factores que hacen que la gente valore a las empresas a través del tiempo. Aquellas que persisten, que continúan no solo sosteniéndose sino creciendo, teniendo un nombre, una firma que genera respeto. Hay una frase bíblica que dice “por los frutos lo conoceréis”. Por eso se puede hablar de los frutos de empresas buenas, regulares y malas. • Hay –como en círculos concéntricos– responsabilidades sociales adicionales, que tienen que ver con que cada persona que está en la organización tenga la posibilidad de desarrollarse. FORO •109