Revista Foro Ecuménico Social Número 7. 2010 | Page 20

Redescubrir la diversidad José María Poirier Abrirse a todas las tendencias Director de la Revista Criterio Todos los años nos visitaba Jeaan-Yves Me fue dando muchas sugerencias: estar siempre atento al sufrimiento de los pueblos, investigar y analizar fuera de los marcos de información habituales… 38• FORO Calvez. Respondía siempre con celeridad ante cualquier pedido de artículos u otras iniciativas. Nunca hacía pesar su compleja agenda y sus múltiples compromisos. Era un hombre muy trabajador y siempre sereno. Como al pasar, me fue dando muchas sugerencias: estar siempre atento al sufrimiento de los pueblos, investigar y analizar fuera de los marcos de información habituales, abrirse a todas las tendencias, desconfiar de las internas eclesiales y tratar de llevar la riqueza del Evangelio a la vida pública, luchar para que no nos ganaran con los años el pesimismo y el conservadurismo, tener mucha paciencia y escuchar a todos…Calvez conocía y amaba a la Argentina con especial dedicación. La última vez que estuve con él, en rueda de amigos durante un comida, respondió a muy diversas inquietudes y cuestiones de los presentes: desde el recuerdo de Michel de Certeau hasta el análisis político de Centroamérica o sus impresiones siempre entusiastas de China. Había estado repetidas veces en los Estados Unidos, en Rusia, en el sudesteasiático y en toda Europa como docente y conferencista. Conocía África y el mundo árabe, hablaba varios idiomas y todo parecía interesarle, había sido provincial de los jesuitas franceses y consejero en Roma del padre general Pedro Arrupe. Era una persona en la que brillaba el ejercicio de la libertad por encima de cualquier temor o prejuicio. En efecto, estaba vinculado a los más diversos ambientes académicos, políticos y religiosos. Autor del legendario estudio El pensamiento de Carlos Marx, recibió el respeto y la admiración incluso de reconocidos intelectuales comunistas por la seriedad de su obra. Como escribe Fernando Flores, Calvez “no sólo era un extraordinario pensador sino también un profeta de su tiempo”, porque si bien tenía rigor y espíritu crítico “podía entrever las señales más hondas que marcaban los acontecimientos”. Natalio Botana supo acertar al señalar que “más allá de las virtudes cristianas, en Jean-Yves Calvez florecieron los dones de la claridad y la síntesis: la claridad caracteriza a quien despeja el camino de piezas accesorias y va directamente a lo esencial; la capacidad de síntesis es la marca de aquellos que no circunscriben su tarea a una mera acumulación erudita de textos”. Y Botana da en el centro porque Calvez era un ejemplo de virtud e inteligencia, no era simplemente un erudito, era un hombre culto en su significación más plena y sapiencial. •