Revista Foro Ecuménico Social Número 12. 2015 | Page 99
Belleza y trascendencia
P. Vicente Llambías
Belleza y Trascendencia
Escritor. Poeta. Ensayista. Autor de “Asalto a la belleza”. Sacerdote de la Diócesis de San Isidro
¿Cuáles son los valores que habitan la ex-
periencia del artista al crear un objeto de
arte? ¿Existen criterios para interpretar?
¿Será el puro gusto como dijera Poe? ¿O
basta la coherencia interna de la propia
búsqueda y su destino? ¿Acaso hay algo
que permanece? ¿En el arte vale todo?
¿Qué predomina, lo inconsciente o lo
irracional? ¿Acaso lleva una dosis de luz
y sentido que brilla y emociona? Si el arte
da placer y regala espíritu ¿qué estaremos
diciendo? ¿Aquel anuncio provocador de
la muerte del arte no continuará hoy con
un efecto cascada? ¿El arte llega a muchos
o a pocos? ¿Acaso es solo para un grupo de cultivados o atraviesa la sangre y la
vida de multitudes de jóvenes en nuestros
barrios? Las preguntas pueden ser tantas
como gente inquieta encontremos. Quizás cada uno pueda, al decir de Rilke, reconocer el rumor de su vida profunda y al
paso de su sensibilidad unirse al diálogo.
Perdido entre tantos estímulos, el
fruto laborioso e inspirado del artista
devino en un objeto de consumo, multiplicado que en todo se cuela. El interés
económico o el mercado influyen de tal
manera, que casi logran hacer invisible
el arte. Desde otros ámbitos de la cultura y con otros códigos del lenguaje: ¿Podemos encontrar todavía puentes entre
verdad, bien y belleza? ¿Es posible hablar de la pureza del arte? Todavía se escuchan expresiones de un arte más verdadero. ¿Con respecto a qué?
(...) El camino de la belleza nos lleva lejos, une el misterio de la existencia con
la luz que envuelve a las cosas; la interioridad del ser humano y su primacía en
el universo; el parentesco entre el hombre y el mundo con un lazo más profundo que todas las relaciones materiales; la
convicción de que la libertad no pierde
al hombre en el vacío sino que edifica
su ser entero. La obra de arte es bella y
también buena. La profundidad de la experiencia poética es transparente e impacta sobre el bien común de la humanidad, regalando un bien para siempre.
Agotados de la violencia y los des encuentros de este tiempo, nos gustaría,
como lo hicieran los antiguos, robar Belleza a los dioses. Hoy hace falta coraje, humildad y energía: para remontar los obstáculos de vivir, conectar con la vida de
los herma nos, sentir los deseos más profundos y descubrir a Jesús, la forma más
bella, viviendo y muriendo en la entrega.
Los artistas, los poetas, buscadores
de lo sublime, pueden ser como tantos
de nosotros, simples caminantes, pequeños hombres anunciadores de una belleza
invisible y presente. Gracias a
quienes caminaron este sendero que buscó dar el salto, unir
el camino del arte a cuanto nos
rodea y trasciende. Confiado abrazo extendido hacia el
tiempo y el espacio que une y
contiene.
El camino de
la belleza nos lleva
lejos, une el misterio
de la existencia
con la luz que
envuelve a las cosas.
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