Revista Foro Ecuménico Social Número 12. 2015 | Page 26
Los laberintos de Borges
Dios confunde
las lenguas y ante
la imposibilidad de
comprensión,
abandonan la obra.
Es a través de
este cuento que
Borges propone
el lenguaje como
laberinto, el universo
como biblioteca.
Vicente Cervera (Universidad
de Murcia) con Claudio
Pérez Míguez (Centro de
Arte Moderno, Madrid).
26• FORO
más temible es la que adopta la forma
más amada, el libro.
Libro y laberinto son un solo objeto
en “El jardín de senderos que se bifurcan”; el tema del libro como laberinto
sin fin está presente en “El libro de arena”, aquí el libro será infinito; una imagen encontrada en una página quedaría
perdida para la eternidad. No admite
una segunda lectura. Borges siente el
vértigo de lo infinito, de la experiencia
que ningún ser humano puede soportar:
la posibilidad de leer el inabarcable libro
divino que es la creación.
Borges cuenta en el “libro de arena”
que, abrumado, lo dejó en una de las estanterías de los sótanos de la Biblioteca
Nacional de la calle Méjico para librarse de él.
Si el hombre tuviera, siquiera remotamente, esta posibilidad, moriría abrumado por la carga o enloquecería. Esta
es la idea que hallamos también en “Funes el memorioso”.
En “La biblioteca de Babel”, Borges
desde el título nos presenta una bifurcación; señala dos ideas: 1) biblioteca, lugar para guardar libros y 2) Babel, a través de este nombre, todos evocamos el
relato bíblico del castigo divino ante la
soberbia de los hombres que tratan de
llegar al cielo. Dios confunde las