Revista Foro Ecuménico Social Número 12. 2015 | Page 21

Atrio de los Gentiles en la Argentina empresa o institución que quiera obtener el preciado título de organización ciudadana: aquella que, además de cumplir con su deber y con la ley, promueve y desarrolla el Buen Gobierno, ayuda a resolver los problemas que preocupan e inquietan a los ciudadanos; practica el diálogo y las relaciones de equidad con todas las partes interesadas, se comporta éticamente y se compromete social, solidaria y activamente con la Sociedad, como querría y dejó escrito Cicerón hace veinte siglos. Necesitamos organizaciones que no confundan el éxito con la excelencia. Lo difícil no es tener éxito. Lo difícil es merecerlo, dijo Albert Camus. Y, aunque lo merezcamos, la semejanza del mérito con el éxito puede engañarnos porque, al fin, el éxito no es más que el resultado –bueno o malo, siempre pasajero– de una acción. Sin huir del éxito, ni buscarlo a toda costa, debemos trabajar por la excelencia, que no es más que la virtud del excelente, del “arete” griego, de la “virtu” romana libre de moralina, de la virtud del Renacimiento: cumplir con nuestro deber, ser solidarios y sobresalir en nuestro comportamiento ético y en nuestro compromiso. Hace casi doscientos años que Alexis de Toqueville publicó su “Memoria del Pauperismo”, un fundamental ensayo sobre la pobreza, y todavía seguimos confundiendo –no sé si interesadamente– la parte con el todo, la RS con la filantropía y la acción social. La nueva RS, además de cumplir la ley y desarrollar el buen gobierno, tiene que modificar las reglas del juego y hacer olvidar el “taylorismo” y el trabajo indigno, desterrar los sueldos de miseria y el desempleo / subempleo, pelear por la conciliación laboral/familiar, la diversidad y la igualdad de género; dialogar con todos, armonizar los intereses societarios con las demandas ciudadanas y laborar por el medio ambiente, y siempre contra los corruptos y la desigualdad; comprometerse sin excusas con los Derechos Humanos y con la aplicación de políticas de infancia, trabajar por el bien común y apoyar una educación libre y sin privilegios. Estamos viviendo en un cambio de época y nos adentramos en la Era de la nueva Responsabilidad Social. Hoy, más que nunca, tenemos que ser capaces de construir empresas y organizaciones competentes; es decir, aptas, idóneas, proporcionadas, que no se miren cual Narciso absorto en su propio reflejo. Organizaciones ciudadanas basadas en las personas y en valores. Debemos luchar por el hombre mismo, por todos y cada uno de los seres humanos. Esa es nuestra obligación, nuestro común desafío y, así lo espero, también nuestro compromiso de futuro porque hay un horizonte ético de responsabilidad sin el cual la vida en común es imposible. Y, aunque no haya sabido expresarlo, en esta lección que ahora finaliza -plena de gratitud y de gozo compartido- está grabada aquella sentencia de Séneca que comprime el sentido último de mis palabras: “Homo homine sacra res”, el hombre es cosa sagrada para el hombre. • Hna. Theresa, Bazán Cea, Almagro, Manrique de Lara y Centineo Alessi en Universidad Rey Juan Carlos. Construir empresas y organizaciones competentes; es decir, aptas, idóneas, proporcionadas, que no se miren cual Narciso absorto en su propio reflejo. Organizaciones ciudadanas basadas en las personas y en valores. Ultima parte de la conferencia pronunciada al recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Católica de Córdoba, el 3 de noviembre de 2015. El texto completo se encuentra en la web Foro E en http://foroecumenico.com/empresas/2319-empresas-ciudadanas-y-organizaciones-responsables y el video en https://youtu.be/WgVkBLmcIyM FORO •21